Donde lo urbano y lo rural celebran juntos

Un centro de eventos con alma local y mirada contemporánea

En el corazón de Hualqui, en la VIII Región del Biobío, nace Blanca Altura: un centro de eventos que fusiona lo urbano con lo rural. Este proyecto no es sólo una obra arquitectónica —es una historia viva— que nace de la espontaneidad familiar y se transforma en un ícono de diseño contemporáneo local con raíces profundas en el territorio.

El origen: una casa, una fiesta… y una idea

Lo que hoy conocemos como Blanca Altura comenzó como una segunda vivienda familiar. Entre encuentros y celebraciones improvisadas, su dueña compartía en redes sociales imágenes del lugar, despertando el interés de quienes preguntaban si era posible arrendarlo. Así, de manera orgánica, nació lo que con el tiempo se consolidaría como un centro de eventos profesional, sin perder su esencia íntima y familiar.

Ubicado en el último terreno urbano de la zona, el proyecto fue evolucionando hacia un diseño integral pensado especialmente para celebraciones. El plan se configura con 580 m² construidos, incluyendo un salón principal, una cocina de montaje industrial, dos quinchos con terrazas y una piscina infinita.

Materialidad que conecta: paisaje y tendencia

La arquitectura del Centro de Eventos Blanca Altura es una historia que busca ser coherente con las raíces rurales del lugar donde se emplaza y lo contemporáneo de los tiempos que vivimos hoy. Haciendo especial uso de diferentes materiales look madera, que contrasten y al mismo tiempo complementen con las líneas rectas de la construcción.

Piscina y terrazas: naturaleza reinterpretada

La piscina infinita rebalsa en una cascada que busca asemejarse a una real con un fondo de piedra compuesto por una fachaleta de piedra rústica. Las gradas y escalas, con porcelanato antideslizante que aportan seguridad sin sacrificar estética y la terraza con un porcelanato que busca generar la sensación de pisar arena cálida en un entorno de relajo natural.

Quincho: entre lo rústico y lo sofisticado

Los muros del quincho están revestidos con porcelanato rústico en tonos arena, complementando con un cielo de madera curupau traída desde Bolivia. El contraste con la grifería negra y detalles de iluminación da como resultado un ambiente acogedor, sofisticado y muy funcional.

Interior del salón: elegancia nocturna

En el corazón del proyecto, el salón interior fue diseñado para eventos nocturnos. En la barra tiene un revestimientos WPC negro que combina con el revestimiento WPC del exterior, una cubierta de ultracompacto con look mármol negro, y un piso de porcelanato cementicio en gran formato. El espacio transmite seguridad, elegancia y modernidad. Las luces doradas contrastan con los tonos oscuros, creando un ambiente nocturno muy elegante.

Baños: detalle, confort y coherencia estética

El diseño de los baños destaca por su atención al detalle. En los interiores se combinan pisos de madera, muros cementicios, y elementos como lavamanos de terrazo, cubiertas de mármol vetado, grifería a muro dorada y espejos orgánicos retroiluminados. En los exteriores, la elección de tonos arena y el mármol responde al paisaje y clima, integrándose de forma natural al entorno.

Un proyecto con identidad: urbano campestre

El Centro de Eventos Blanca Altura está pensado para mantenerse en sintonía con su entorno: lo rural de Hualqui, el paisaje del Biobío, pero con un lenguaje de diseño que respira actualidad. El uso de materiales como cladding WPC, porcelanatos tipo madera y paletas de color que van del beige al negro, reflejan la filosofía del proyecto: mantener la conexión con la tierra sin renunciar a la estética moderna.