Publicado 11 de junio de 2021 en Cocina, Tendencias por Blog MK
La estética de la imperfección ha ganado terreno desde que la sostenibilidad y el wabi sabi se volvieron tendencia. Las superficies moteadas, granuladas y claramente recicladas, son los materiales más buscados por los especialistas en vanguardia. Son azulejos llamativos y muchas veces con colores vibrantes, por lo que son perfectos para revestir, por ejemplo, los muros de una cocina.
Nos referimos a los productos en los que podemos determinar cuales fueron sus vidas pasadas para crear un patrón único y diferente a cualquier otro. Por ejemplo, se le puede dar una segunda vida a los ladrillos que se pierden luego de una demolición, como los Antique de Klipen, que permiten reutilizar más del 40% del material para transformarse en otro ladrillo y darles un estilo industrial a nuestros espacios, no solo aportando con diseño, sino que también con sostenibilidad que ayuda al medioambiente.
Otro ejemplo claro, son los azulejos de fabricación artesanal, que brindan homenaje al volver a lo natural, al arte ancestral de diferentes culturas y a las texturas de la naturaleza. Podemos encontrar cerámicas de muro que nos hacen experimentar el movimiento al tacto o a la vista, ya sea por superficies porosas o por la terminación de su textura.
En definitiva, todas las imperfecciones, vengan desde donde vengan, cuentan una historia y esa es la riqueza de esta tendencia llena de profundidad en su origen. Nos llama a preocuparnos de reutilizar y reconectar con las materialidades, colores y texturas que no solo contarán una historia, sino que también aportarán con la personalidad única que una cocina debe tener: íntima, confortable y auténtica.